Te miro y veo ternura, me haces recordar lo que es la dulzura, lo que es la belleza. Te miro y me quedo paralizada en el espejo de tu mirada... Te miro y gozo al mirarte.
Te miro con incredulidad porque a veces pienso que no te merezco, pero sabes que lucho cada día por conseguirlo, al mirarte esto aumenta, no puedo dejar de mirarte.
Si algún día me prohíbes mirarte firmarás mi tristeza, porque mirarte es mi sueño e incluso mirarte es mi religión.
Mirarte, ¿cómo no mirarte?, si poder mirarte es un sueño cumplido, mirarte es agradecerte, es seguir soñando.
Te miro, y con eso sabrás que cuando te miro te digo todo en una mirada, te digo gracias por corresponderme y me despido hasta la nueva mirada... que no tardará más de un segundo.
Te miro y jamás dejaré de mirarte mientras viva.
0 comentarios:
Publicar un comentario