---- MIS DÍAS -----


He amado he llorado
He besado me he entregado
He sido mala y hasta que
Sin pensar en creer en otro hombre
En este mundo
Pensé que como mujer iba ya a tener bastante

No más miedos
No más hombres en mis llantos
No más sueños destrozados
No más días sin amor
No más sentirme atrapada
Vivir sin aire
Pero mi plan ha cambiado
He perdido el control

He tomado...
He bailado...
He caído...
He gritado...
Me han marcado y hasta ya he olvidado
Cómo amar a una mujer
Estancando emociones
Ciego por miles de razones
Evitando el contacto
Pero por fin te he encontrado
El viaje ha terminado
Con destino entre tus brazos

Mis días lo que me queda
Quiero que me los des para amarte
La vida entera
Quiero envejecerla
Quiero dártela a ti

Sí, Nach, Dlux...y alguien por encontrar...
Quién quiere andar por la tierra
Pudiendo volar y volar
Así escalar cualquier montaña
Atravesar cualquier mar
Amar es encontrar el paraíso
En el que todo ser humano siempre quiso entrar
Y hoy en un bar te busco
Te encuentro
Me atrapas
Te miro atento
Eres libre como yo y así lo siento
Me das tu aura
No pasa el tiempo
Seguimos tu y yo
[Coro:] (Dentro muy dentro)
Me hablas del sexo y de tu pasión
No de un futuro echado en sillón
Viendo la televisión
Yo te hablo de sueños también de defectos
Hablo de darte medianoches
En un mundo perfecto
Puedo, quedarme a tu lado
Y en ti bien enredado
En el despertador de un lunes
O en el cubata de un sábado
Puedo, compartir besos, cama y huevos
No habrán más miedos ni celos
Ni duelos ni juegos de egos
Me pego a tí como un imán
Mis días ya sé a dónde van
Recuerdos negros ya no volverán
No se repetirán
Tu estás aquí y eres mi guía
Y ahora por fin pegado a ti
Así quiero pasar mis días

Ahora sé que eres tú
El destino de mi suerte
Feliz de encontrarte
Impaciente por tocarte

Yo también quiero ser
Tu sudor tu vigor
Tu noche y tu sol
Morir abrazados haciendo el amor

No quiero comer ni beber
Ni respirar
Quiero acostarme sin pensar
Que te puedes borrar

Mis días lo que me queda
Quiero que me los des para amarte
(Quiero que me los des para amarte)
(La vida entera)

Mis días lo que me queda
Quiero que me los des para amarte
(Quiero que me los des para amarte)
(La vida entera)



Para ti por merme "Tistofer"

--Lluvia En Mis Manos--


No hay más vida ni más muerte
solo lluvia en las manos;
no hay más voz que su voz
en los cristales de agua viva
ni más cuerpo
que su cuerpo en el deleite
de esta estrofa mojada
acariciando tréboles.

No hay más vuelo ni más risa
que beber sus esmeraldas;
ni otro hechizo que no sea la sorpresa
en el húmedo poema de su llanto
ni alegría ni dolor...
en las plantas de este cielo hay luz
cobijándome.

No hay más barcos ni más puertos
que esta lluvia en las manos
entre verdes diluidos y azabaches que ruedan
por el frío receloso de las fuentes
donde la luz del agua esclava
palidece ante otra luz
del agua libre que rueda.

No hay más día ni más noche
solo lluvia
y los corceles del viento en jubileo
sus llameantes flores, sus metales
vagan seducidos en el tiempo
y este ramo de lluvia en mis manos
se abre de miradas.

No hay más reino ni más reina
ni más corona ni cetro
que la gloria indefinida de la lluvia
de alabastro, de violines
de pisadas y de espejos
y la mano del agua
acariciándome.

^^Dedicado^^

**El Otoño**





Tú, que estás la barba en la mano
meditabundo,
¿has dejado pasar, hermano,
la flor del mundo?

Te lamentas de los ayeres
con quejas vanas:
¡aún hay promesas de placeres
en los mañanas!

Aún puedes casar la olorosa
rosa y el lis,
y hay mirtos para tu orgullosa
cabeza gris.

El alma ahíta cruel inmola
lo que la alegra,
como Zingua, reina de Angola,
lúbrica negra.

Tú has gozado de la hora amable,
y oyes después
la imprecación del formidable
Eclesiastés.

El domingo de amor te hechiza;
mas mira cómo
llega el miércoles de ceniza;
Memento, homo...

Por eso hacia el florido monte
las almas van,
y se explican Anacreonte
y Omar Kayam.

Huyendo del mal, de improviso
se entra en el mal,
por la puerta del paraíso
artificial.

Y no obstante la vida es bella,
por poseer
la perla, la rosa, la estrella
y la mujer.

Lucifer brilla. Canta el ronco
mar. Y se pierde
Silvano, oculto tras el tronco
del haya verde.

Y sentimos la vida pura,
clara, real,
cuando la envuelve la dulzura
primaveral.

¿Para qué las envidias viles
y las injurias,
cuando retuercen sus reptiles
pálidas furias?

¿Para qué los odios funestos
de los ingratos?
¿Para qué los lívidos gestos
de los Pilatos?

¡Si lo terreno acaba, en suma,
cielo e infierno,
y nuestras vidas son la espuma
de un mar eterno!

Lavemos bien de nuestra veste
la amarga prosa;
soñemos en una celeste
mística rosa.

Cojamos la flor del instante;
¡la melodía
de la mágica alondra cante
la miel del día!

Amor a su fiesta convida
y nos corona.
Todos tenemos en la vida
nuestra Verona.

Aun en la hora crepuscular
canta una voz:
«Ruth, risueña, viene a espigar
para Booz!»

Mas coged la flor del instante,
cuando en Oriente
nace el alba para el fragante
adolescente.

¡Oh! Niño que con Eros juegas,
niños lozanos,
danzad como las ninfas griegas
y los silvanos.

El viejo tiempo todo roe
y va de prisa;
sabed vencerle, Cintia, Cloe
y Cidalisa.

Trocad por rosas azahares,
que suena el son
de aquel Cantar de los Cantares
de Salomón.

Príapo vela en los jardines
que Cipris huella;
Hécate hace aullar a los mastines;
mas Diana es bella;

y apenas envuelta en los velos
de la ilusión,
baja a los bosques de los cielos
por Endimión.

¡Adolescencia! Amor te dora
con su virtud;
goza del beso de la aurora,
¡oh juventud!

¡Desventurado el que ha cogido
tarde la flor!
Y ¡ay de aquel que nunca ha sabido
lo que es amor!

Yo he visto en tierra tropical
la sangre arder,
como en un cáliz de cristal,
en la mujer

Y en todas partes la que ama
y se consume
como una flor hecha de llama
y de perfume.

Abrasaos en esa llama
y respirad
ese perfume que embalsama
la Humanidad.

Gozad de la carne, ese bien
que hoy nos hechiza,
y después se tornará en
polvo y ceniza.

Gozad del sol, de la pagana
luz de sus fuegos;
gozad del sol, porque mañana
estaréis ciegos.

Gozad de la dulce armonía
que a Apolo invoca;
gozad del canto, porque un día
no tendréis boca.

Gozad de la tierra que un
bien cierto encierra;
gozad, porque no estáis aún
bajo la tierra.

Apartad el temor que os hiela
y que os restringe;
la paloma de Venus vuela
sobre la Esfinge.

Aún vencen muerte, tiempo y hado
las amorosas;
en las tumbas se han encontrado
mirtos y rosas.

Aún Anadiódema en sus lidias
nos da su ayuda;
aún resurge en la obra de Fidias
Friné desnuda.

Vive el bíblico Adán robusto,
de sangre humana,
y aún siente nuestra lengua el gusto
de la manzana.

Y hace de este globo viviente
fuerza y acción
la universal y omnipotente
fecundación.

El corazón del cielo late
por la victoria
de este vivir, que es un combate
y es una gloria.

Pues aunque hay pena y nos agravia
el sino adverso,
en nosotros corre la savia
del universo.

Nuestro cráneo guarda el vibrar
de tierra y sol,
como el ruido de la mar
el caracol.

La sal del mar en nuestras venas
va a borbotones;
tenemos sangre de sirenas
y de tritones.

A nosotros encinas, lauros,
frondas espesas;
tenemos carne de centauros
y satiresas.

En nosotros la vida vierte
fuerza y calor.
¡Vamos al reino de la Muerte
por el camino del Amor!

Secretos...


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¿Qué cómo aprendí a vivir, y cuándo aprendí a querer?

¿Qué cómo aprendí a sufrir? ¿Cuándo? ¿Cómo?....no lo sé.

Aprendí a mirar las estrellas, alumbrando los sueños con ellas. A mirar los colores del viento y a sentir el sabor del silencio.

Aprendí a encender ilusiones y a escuchar hablar los corazones, con palabras calladas, con matices de mil sensaciones.

Cuando un día, el dolor tomó mi mano, conocí de frente a la tristeza y la pena. El llanto se marcharon, al sentir el amor y su grandeza.

La soledad, querida compañera, la que con tanto miedo rechazaba, me mostró la paz y la armonía de los momentos que con ella estaba.

Comprendí, el sentido de la vida, viviendo el amor y la desdicha, sintiendo la alegría y la tristeza, conociendo lo breve de la vida.

Aprendí el valor de la paciencia, a calmar los vientos de mi ira, a llenar con mares de esperanzalas zonas más oscuras de mi vida.

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**Cerrar Un Ciclo**


Hay que saber cuándo una etapa llega a su fin.

Cuando insistimos en alargarla más de lo necesario, perdemos la alegría y el sentido de las otras etapas que tenemos que vivir. Poner fin a un ciclo, cerrar puertas, concluir capítulos…, no importa el nombre que le demos, lo importante es dejar en el pasado los momentos de la vida que ya terminaron.

¿Me han despedido del trabajo? ¿Ha terminado una relación? ¿Me he ido de casa de mis padres? ¿Me he ido a vivir a otro país? Esa amistad que tanto tiempo cultivé, ¿ha desaparecido?

Puedes pasar mucho tiempo preguntándote por qué ha sucedido algo así. Puedes decirte a ti mismo que no darás un paso más hasta entender por qué motivo esas cosas que eran tan importantes en tu vida se convirtieron de repente en polvo.

Pero una actitud así supondrá un desgaste inmenso para todos: tu país, tu cónyuge, tus amigos, tus hijos, tu hermano; todos ellos estarán cerrando ciclos, pasando página, mirando hacia delante, y todos sufrirán al verte paralizado.

Nadie puede estar al mismo tiempo en el presente y en el pasado, ni siquiera al intentar entender lo sucedido. El pasado no volverá: no podemos ser eternamente niños, adolescentes tardíos, hijos con sentimientos de culpa o de rencor hacia sus padres, amantes que reviven día y noche su relación con una persona que se fue para no volver.

Todo pasa, y lo mejor que podemos hacer es no volver a ello.

Por eso es tan importante (¡por muy doloroso que sea!) destruir recuerdos, cambiar de casa, donar cosas a los orfanatos, vender o dar nuestros libros. Todo en este mundo visible es una manifestación del mundo invisible, de lo que sucede en nuestro corazón. Deshacerse de ciertos recuerdos significa también dejar libre un espacio para que otras cosas ocupen su lugar.

Dejar para siempre. Soltar. Desprenderse. Nadie en esta vida juega con cartas marcadas. Por ello, unas veces ganamos y otras, perdemos. No esperes que te devuelvan lo que has dado, no esperes que reconozcan tu esfuerzo, que descubran tu genio, que entiendan tu amor. Deja de encender tu televisión emocional y ver siempre el mismo programa, en el que se muestra cómo has sufrido con determinada pérdida: eso no hace sino envenenarte.

Nada hay más peligroso que las rupturas amorosas que no aceptamos, las promesas de empleo que no tienen fecha de inicio, las decisiones siempre pospuestas en espera del ‘momento ideal’. Antes de comenzar un nuevo capítulo hay que terminar el anterior: repítete a ti mismo que lo pasado no volverá jamás. Recuerda que hubo una época en que podías vivir sin aquello, sin aquella persona, que no hay nada insustituible, que un hábito no es una necesidad. Puede parecer obvio, puede que sea difícil, pero es muy importante.

Cerrar ciclos. No por orgullo, ni por incapacidad, ni por soberbia, sino porque, sencillamente, aquello ya no encaja en tu vida. Cierra la puerta, cambia el disco, limpia la casa, sacude el polvo.

Deja de ser quien eras, y transfórmate en el que eres.

Paulo Coelho

//*TE MIRO*//


Te miro y veo ternura, me haces recordar lo que es la dulzura, lo que es la belleza. Te miro y me quedo paralizada en el espejo de tu mirada... Te miro y gozo al mirarte.

Te miro con incredulidad porque a veces pienso que no te merezco, pero sabes que lucho cada día por conseguirlo, al mirarte esto aumenta, no puedo dejar de mirarte.

Si algún día me prohíbes mirarte firmarás mi tristeza, porque mirarte es mi sueño e incluso mirarte es mi religión.

Mirarte, ¿cómo no mirarte?, si poder mirarte es un sueño cumplido, mirarte es agradecerte, es seguir soñando.

Te miro, y con eso sabrás que cuando te miro te digo todo en una mirada, te digo gracias por corresponderme y me despido hasta la nueva mirada... que no tardará más de un segundo.

Te miro y jamás dejaré de mirarte mientras viva.